Después de 102 días de la toma de los terrenos de Guernica por parte de dos mil familias que no tenían a donde vivir, con mujeres en situación de violencia, niñes desamparades, desocupades, jubilades, la respuesta Estatal fue el desalojo. La policía Bonaerense, con un operativo de 4 mil efectivos, al mando de Sergio Berni, desahució a las 1400 familias que quedaban, sin una solución definitiva, a punta de pistolas. Los medios de comunicación hegemónicos se apegaron con un discurso policial, cubrieron el hecho como enfrentamientos, cuando se trata de represión, y con una mirada criminal sobre las familias que buscan un lugar a donde vivir. Además, sectores reaccionarios de la sociedad critican la decisión del gobierno de la provincia de brindar subsidios a quienes necesiten un techo para evitar futuras tomas. La pregunta que surge es ¿Qué rol cumple el estado para con les más necesitades? ¿Represión y limosna es la solución al problema habitacional de la provincia?